Tres Ideas fundamentales definen la arquitectura interior del centro comercial “La Albufera”.
1. Formas geométricas y estructurales como argumento de la decoración
Así el espacio central cúbico al que se asoman las tres plantas, cuadrada, octogonal y circular se halla rematado por una cúpula traslúcida de estructura geométrica muy precisa. Estilizadas columnas con sus almohadillados marmóreos blancos y negros y coronadas por capiteles troncocónicos sostienen el conjunto, que se eleva sobre el suelo pavimentado con grandes losas de mármol rojo y crema.
2. La luz natural
La luz del día penetra de manera generosa a través del gran lucernario cenital, animando las formas de la arquitectura y creando en las personas la ilusión del comercio en la calle.
3. Un marco ordenador de las fachadas de las tiendas
Perseguíamos una clara uniformidad del conjunto, un marco ordenador, elegante y sólido pero formulado libremente, permitiendo en su seno el pleno desarrollo de la personalidad de cada una de las tiendas sin molestar ni afectar al vecino.
El ritmo de las pilastras triangulares de mármol rojo con la marquesina continua, forma ese marco baso que nos aseguraba un principio de calidad en la fachada de las tiendas.
…ese gusto por una arquitectura dibujada y construida, hecha realidad, hasta convertirse en su auténtica forma de vida
Conjunción formas modernas y autóctonas
- Escalera interior oficinas
Creación e identificación entre arquitectura y crecimiento económico.
Proyectos en fases desde 1956 hasta 1975. Terminación completa 3ª fase: 1977.
- Ladrillo. Hormigón y parámentos pintados.
- Gran sentido funcional.
- Estructura muy diáfana.
- Naves de trabajo de 2000 metros cuadrados. Con 40 metros de luz diáfanas
- Paramentos interiores con azulejo amarillo. Se ha cuidado esmeradamente el acabado y colorido.
Arquitectura y Música
La base horizontal y terrena, la cornisa horizontal y área representan las líneas fundamentales de la Arquitectura. Entre ellas, el cuerpo del edificio estructurado como un pentagrama musical, que soporta la composición asonante de los diferentes vanos y el ritmo vertical de los parteluces. Deslizándose a través, la melodía discontinua de unas líneas brillantes y marmóreas que aunque intentan desaparecer permanece su sonido.
En la superposición entre la horizontalidad fundamental y el ritmo vertical, surge el estilo del edificio, que no prescinde ni de la contundencia y vibración lumínica de la arquitectura de franjas ni de la sutileza de líneas de la arquitectura plana.